Dentro de lo mismo está el silencio que despierta el bullicio y el bullicio que calla el silencio,

Dentro de lo mismo; habitan las conciencias sin nombre, las que deambulan en las horas obscuras, cuando las puertas del ocaso se cierran,  dejando atrás los sepulcros  de lánguidos mármoles y de epitafios  inscritos en polvo.

Dentro de lo mismo, está el detalle minucioso, la foto del recuerdo,

El péndulo que oscila  entre el presente y el porvenir incierto,  las ruinas del invierno, la verdad y la mentira en constante debate por lograr un recuerdo, por describir los nombres que se perdieron en la agenda de la abuela Aurora, en los apuntes de recados, en el absurdo tiempo que se robo la memoria.

Dentro de lo mismo; Se marcha la ausencia acompañada del brazo de lo intranscendente,  la avenida principal se vuelve calle obscura, sótano de vecindad, delirio y absurdo,

Dentro de lo mismo la escalera termina en la azotea desierta, donde la ropa voló  a otros tejados,  colgando su intimidad en el balcón del vecino,  la faja de la comadre, el sostén de la niña…

 Dentro de lo mismo el patio de los escombros, debajo de las macetas secas que cuelgan de la jardinera,  espera la silla bacía, el pocillo de peltre y el candelabro sin velas que agoto la cera sobre el mantel deshilado.  

Dentro de lo mismo está el silencio que despierta el bullicio y el bullicio que calla el silencio,